viernes, 10 de octubre de 2008

Arte étnico

Ahora me gustaría retomar algunas de mis visitas culturales que hice durante este último verano. Comenzaré en Lisboa donde descubrí dos joyas: la deliciosa colección de la Fundación Gulbenkian y el monumental Museo de Oriente inaugurado en mayo de este año. Posteriormente viajaremos hasta París para descubrir un museo de reciente construcción (2.006), el Museo Quai Branly. He de aclarar que en el Gulbenkian se encuentran piezas de arte occidental, aunque buena parte de su colección está dedicada al arte de otras culturas.

El nuevo Museo de Oriente en Lisboa (1) se ubica en una antigua fábrica de transformación de pescado que data de los años cuarenta y que ha sido entera y exquisitamente restaurada. El precioso edificio industrial que alberga este museo y centro cultural se sitúa en los muelles de Lisboa, al borde del río Tajo. La colección permanente se compone de casi 1.500 obras (piezas de pintura, cerámica, textil y diversas artes decorativas) relacionadas con la presencia portuguesa a partir del siglo XV en Asia, sobre todo en India, China, Japón y Timor, y han sido adquiridas por la fundación, creada en 1988 en Macao, antigua colonia portuguesa ahora bajo soberanía China (que, por cierto, es uno de los generosos benefactores del museo). Entre las obras se incluyen más de 650 objetos de arte decorativo cedidos por el Museo Kwok On de París (2) que repasan las artes del espectáculo de origen popular y las grandes mitologías de toda Asia.

Una reseña histórica: los portugueses fueron los primeros occidentales en alcanzar Asia y su Edad de Oro de los siglos XV y XVI fue lograda en buena parte a través de la expansión a las Indias Orientales (3). Tal vez por ello en Portugal al té se le llama “chá”…

La exposición inaugural se consagra a las máscaras de Asia (4). Se trata de una impresionante colección de más de 200 piezas procedentes de India, Sri Lanka, Tailandia, China, Japón y otros países y regiones, la mayor parte utilizadas para usos ceremoniales, entretenimiento, evasión, protección o punición.

Los múltiples usos dados a las caretas me hicieron reflexionar sobre las mascaras que en ocasiones nos colocamos los humanos a la hora de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Afrontar nuestras emociones y soportar nuestros sentimientos no es tarea sencilla (al menos para mí) y los mecanismos de defensa del ego -compensaciones que utilizamos para contrarrestar y camuflar algo que hay en nosotros y que consideramos un defecto o algo errado- son múltiples y enrevesados. Ya lo decía Lord Byron, que algo entendía sobre estos asuntos (5): “Y, después de todo, ¿qué es una mentira? Nada más que la verdad enmascarada”. Las mentiras y el auto-engaño son la excusa perfecta para no querer confrontar las consecuencias de nuestros actos. Pero por mucho que queramos, por mucho que lo deseemos, jamás serán verdad. Prometo redactar en breve una extensa entrada sobre este espinoso a la vez que fascinante asunto.

(1) Museo de Oriente en Lisboa:

http://www.museudooriente.pt/

(2) Museo Kwok On:

http://www.museudooriente.pt/266/the-kwok-on-collection.htm

(3) Edad de Oro portuguesa:

http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_Portugu%C3%A9s

(4) Máscaras de Asia:

http://www.museudooriente.pt/219/mascaras-da-asia.htm

(5) Biografía de Lord Byron:

http://es.wikipedia.org/wiki/Byron

Pasemos ahora a la ya madura –nació en 1.956- Fundación Gulbenkian (6). La colección constituye, en síntesis, un sublime panorama del arte oriental y occidental (7), comenzando con estatuas egipcias datadas 3.000 años a.C. -esplendida la cabeza del faraón Amenhamath-, medallas y vasos griegos pintados, bajos relieves asirios, tapices, alfombras, trajes, libros, azulejos y lámparas provenientes de Persia, Turquía y Siria -deslumbrante selección, única en el mundo-; asimismo se adentra en la porcelana china y japonesa de los siglos XIV al XVIII, se demora en la pintura europea desde la época medieval hasta el impresionismo -con obras de Roger van del Weyden, Ghirlandaio, Rubens, Rembrandt, Watteau, Fragonard, Gainsborough, Rommey, Turner, Guardi, Corot, Manet, Monet, Renoir, los prerrafaelistas ingleses- y finaliza con una sala entera dedicada a las joyas de René Lalique que quita la respiración. Muebles y platería franceses de los siglos XVII y XVIII acompañan la recreación de época.

Se trata, a mi entender, de uno de los pocos museos en el que el visitante no se siente abrumado y sale con la voluntad de volver lo antes posible. La responsabilidad de esta innegable atracción recae, por un lado, sobre el montaje y la iluminación, complejos y variados (en el color, las dimensiones espaciales, etc.), y, por otro, en la feliz integración de arquitectura y naturaleza -los jardines que lo rodean fueron diseñados por el multifacético arquitecto paisajista, político y monárquico Gonçalo Ribeiro Telles (8)-, con zonas de descanso y reflexión. Indudablemente se trata de un museo concebido a la medida del ser humano.

La historia de Calouste Sarkis Gulbenkian (1.869-1.955) es asimismo apasionante (9): magnate del petróleo -conocido por el apodo “Mr. 5%” al quedarse con ese porcentaje de las operaciones petrolíficas que realizaba en la zona de Irak- nació en Istambul, descendiente de una ilustre familia armenia. Estudió ingeniería en el King’s College de Londres y su vida profesional transcurrió en el mundo de las finanzas y del petróleo poniendo de manifiesto su inteligencia y su intuición para los negocios. Simultáneamente, se apasionó por el arte y acumuló una colección de excepcional valor por la calidad de las piezas elegidas. La leyenda insinúa que la colección tenía como destino Estados Unidos y que, al pasar por Lisboa, el Señor Gulbenkian enfermó y fue tan bien atendido por un médico local que, al querer conservarlo, fijó residencia en la ciudad.

(6) Fundación Gulbenkian:

http://www.gulbenkian.pt/

(7) Colección del Museo Gulbekian:

http://www.museu.gulbenkian.pt/coleccao.asp?lang

(8) Biografía de Gonzalo Ribeiro Telles:

http://pt.wikipedia.org/wiki/Gon%C3%A7alo_Ribeiro_Telles

(9) Biografía de Calouste Sarkis Gulbenkian:

http://pt.wikipedia.org/wiki/Gulbenkian

Acabo esta entrada dedicada al arte y a la cultura relatando mi experiencia en el Museo Quai Branly de París (10), un soberbio museo de gran valor esencialmente antropológico. Respecto a su concepción, nos encontramos con la póstuma y faraónica obra de carácter cultural ejecutada por el ex-Presidente de Francia (y ex-Alcalde de París) Jacques Chirac que contó con personalidades como Kofi Annan o Rigoberta Menchú para su inauguración en el año 2.006.

El edificio, enclavado a las orillas del Sena y muy cerca de la Torre Eiffel, fue diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, ganador del premio Pritzker (11) de arquitectura y conocido en España por la ampliación del MNACRS (Madrid) y la Torre Agbar (Barcelona). A mi juicio, Nouvel no ha estado a la altura con este diseño: demasiado simple, demasiado frío, demasiado cubista y de aspecto pobretón. Al menos en su interior la profusión de madera, paredes curvas y colorido natural le dan un aspecto más suave, cálido y acogedor.

En cuanto a la muestra, su extraordinario repertorio es el resultado de la fusión de la colección de etnología del Museo del Hombre y de las colecciones del Museo Nacional de Artes de África y de Oceanía. Contiene más de 300.000 objetos donde se mezclan aspectos artísticos, históricos y antropológicos de las culturas de Africa, Oceanía, Asia y América. El único criterio unificador es que se trata de culturas no occidentales y pretende ofrecer una visión multilateralista del mundo, si bien ha recibido críticas de quien ha visto en él cierto mensaje etnocentrista (eurocentrista en este caso) subliminal. Es curioso que no se contemple la cultura occidental pues el leitmotiv del museo es “là où dialoguent les cultures” (“el lugar donde dialogan las culturas”). Y digo esto teniendo muy en cuenta los fenómenos de fricción y revuelta social que ha vivido Francia -y muy especialmente París- en los últimos años (12).

Hubo un detalle que no me agradó: la excesiva visibilidad de los sponsors privados (marcas comerciales). No es que esté en contra del mecenazgo por parte de las empresas pero en este museo se trata de algo muy evidente y me pareció una forma poco adecuada y elegante de hacer publicidad. Tal vez el futuro de los espacios culturales vaya por este camino, es decir, por la política de mecenazgo y “privatización de los espacios” (13) que tiene este museo. Tiempo al tiempo.

Por último destacar y aconsejar una visita a la curiosa, interesante y casi bizarra exposición titulada Plànete Metisse (Planeta Mestizo) donde se mezclan épocas, continentes, sociedades y tradiciones en una alocada y delirante mezcolanza de apropiación y recreación (14). No había visto nada igual en mi vida.

(10) Museo Quai Branly de París:

http://www.quaibranly.fr/

(11) Jean Nouvel gana el premio Pritzker:

http://www.20minutos.es/noticia/364365/0/jean/nouvel/pritzker/

(12) Fricción social en Francia:

http://www.newyorkpress.com/18/45/news&columns/olivierguitta.cfm

(13) Estrategia de mecenazgo:

http://www.quaibranly.fr/fr/soutenir-le-musee-privatiser/mecenat/privatiser-les-espaces/index.html

(14) Exposición Plànete Métisse (Planeta Mestizo):

http://modules.quaibranly.fr/metis/